EL EJE CAFETERO COLOMBIANO: CAFICULTURA CONVENCIONAL
EPULELU GVXAM/2a Nota: CAFICULTURA CONVENCIONAL
Éste es el EPULELU GVXAM, la Segunda Nota oral de esta Gira Continental 2023.
En nuestro KIÑELELU GVXAM (Primera Nota) habíamos reseñado los rasgos físico-ambientales del llamado Eje Cafetero Colombiano. Y habíamos anticipado que abordaríamos las características agro-culturales de una Producción Cafetera Convencional. En este EPULELU GVXAM la resumimos:
Caficultura Convencional (Foto: el autor de esta Nota cosechando frutos de café maduros, en finca del Depto. Risaralda, Colombia)
Aquellos ecosistemas selváticos fueron deforestados cuando se labraron los primeros surcos, allá por los inicios de la segunda mitad del siglo XIX. No sólo para café, también para banano. Este tipo de intervención agresiva a la naturaleza no difirió de prácticas análogas, contemporáneas con aquéllas, en otras latitudes. En nuestra Región Pampeana Húmeda, el avance de los cereales y de la ganadería vacuna, arrasó con los talares de la Provincia de Buenos Aires y los ñandubales de Entre Ríos.
Eliminada la selva, las hileras paralelas de matas de café se observan sobre el suelo, sin malezas. En algunas fincas, el cultivo es consociado: esto es, una hilera de café alterna con otra de banano. O también, dos o tres hileras de café por una de banano. Aun en los cultivos consociados, el suelo se mantiene expuesto, por aplicación de herbicida.
A aquella agricultura incipiente del siglo XIX fue ingresando el negocio de insumos, vendidos como “necesarios” por compañías transnacionales: insecticidas, herbicidas, abiertamente BIOCIDAS, fertilizantes industriales. Entonces, transitando por carreteras montañosas de este Eje Cafetero Colombiano y por lo que, en esta región, se denominan “veredas” (senderos de a pie a través de las laderas selváticas), podemos observar racimos de bananas encerrados en bolsas de plástico pulverizadas con biocidas clorados: agro-tóxicos cuyos residuos no degradados consumiremos posteriormente.
Claro que las sugerencias de los consorcios transnacionales no son independientes del negocio beneficioso para ellas mismas. Llevan a implantar más cantidad de ejemplares que las tradicionales, más que aquella que siete generaciones supieron mantener hasta llevar el grano de Colombia a todo el Mundo. Más cantidad de plantas, exigen mayor control de malezas, por tanto más herbicidas. Mayor control de plagas se logra con más insecticidas. Más nutrientes, que un suelo sin humus no alcanza a abastecer, deben reponerse con más abonos industriales. Ya está completo el ciclo comercial de los grandes consorcios.
Continuaremos el próximo GVXAM (relato) refiriéndonos a la Caficultura Alternativa a la que hemos reseñado en esta Nota.
Comentó para todo el ABYA YALA, el Continente:
Pacho Nazar
Ciudad de Panamá, Centroamérica, 15 de enero de 2023
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