Folklore Vallenato: LA LEYENDA ECHÓ RAÍCES (2a Parte)
Folklore Vallenato: LA LEYENDA ECHÓ RAÍCES (2a Parte)
MARI MELILELU GVXAM/14a Nota de la Gira Cultural 2023
Todo Pueblo Originario del Continente ha tenido su organización social, como parte de la cual se encontraban sus autoridades. La más alta en la pirámide comunitaria de los Originarios del actual Departamento Cesár Colombiano, era el UPAR. Las cuencas de los Ríos Rancherías y Guatapurí eran administradas por el UPAR que detentaba esa jurisdicción. Los españoles llamaron Valle de Upar a las mismas, denominación que se contrajo a la posterior Valledupar. Desde una rápida visión comparativa inter-étnica con el Pueblo MAPUCE, podríamos mencionar al UPAR como equivalente del LOGKO.
Así también, el vocabulario castellano cobra diferentes significados sobre la vastísima extensión de la antigua colonia hispana. En la Región del Cesár (Foto 1: el autor en la galería colonial cercana a la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata), nombre derivado de la toponimia indígena “Zesare”, una “parranda” tiene lugar en un local específico en el que se canta, se baila y se bebe, festivamente. En Argentina, el término es más genérico y menos usual que en Colombia, refiriéndose a iguales placeres recreativos, sin precisión de ubicación física ni de tipo de celebración.
Francisco regresaba de una parranda, montado en su burro a paso tranquilo, en la madrugada oscura del Valle. Se cuenta que se retiraba de varias veladas sucesivas, por lo que su ánimo festivo remanente lo condujo a extender la fiesta, ya en modo solitario, extrayendo sonidos de su acordeón para cortar el vasto silencio nocturno. Mas una respuesta melódica desafiante, audible desde igual instrumento, como emergida de un matorral, rasgó el aire quieto. Francisco hurgó la vegetación en identificación del intérprete. Halló al Diablo, distendido sobre gruesa raíz arbórea, con su propio acordeón. Los acordes satánicos, de gran virtuosismo, dejaron sin luminosidad total a las estrellas y a la luna. Resplandecían, en contraste, los ojos diabólicos. Aquel contrapunto potenció a Francisco, quien desplegó lo mejor de sus habilidades. La vibración de esas ondas musicales rehabilitó las luces astrales. Se opacó Lucifer, a continuación. Para infligirle Francisco una estocada mortal, el cristianismo relata que entonó dulcemente la letra invertida de la oración Credo. Satán se retiró vencido y humillado, aullando de dolor, hacia lo alto de la montaña sin retorno definitivo.
Francisco fue “El Hombre” que superó al Diablo. Había nacido la LEYENDA de FRANCISCO “EL HOMBRE” (Foto 2: el autor en el restó "Compai Chipuco", vecino a la Fundación, donde tomó conocimiento de la Leyenda).
Reseñó para todo el ABYA YALA, nuestro Continente
Pacho Nazar
Uribia, Departamento La Guajira, Colombia, 6 de marzo de 2023
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