FOLKLORE VALLENATO: La Leyenda Echó Raíces (1a Parte)
FOLKLORE VALLENATO: La Leyenda Echó Raíces (1a Parte)
MARI KVLALELU GVXAM/13a Nota de la Gira Cultural 2023
Desde las primeras décadas del siglo XVI el imperio español había invadido la porción continental septentrional de Sudamérica. Las etnias Originarias les presentaron comportamientos disímiles. En las cuencas de los Ríos Guatapurí y Rancherías, actual Departamento del Cesár, Nordeste Colombiano, los Chimila ejercieron una resistencia tenaz, proporcional a la barbarie, por ellos visible. El Cronista Antonio JULIÁN1 en 1787 citaba:
“[La nación Chimila] ...arma
sus emboscadas, ...( )... se siente encima una lluvia de
flechas que ocultamente le disparan. Es terrible ...( )... por sus flechas
envenenadas, terrible por vagabunda, y corsaria por todos los confines de la provincia;...( )... Se mete el Chimila entre matorrales junto al camino real y una hoja, como de palma,
o de plátano basta, no digo para esconderse un Chimila, sino una tropa de ellos…”.
Dos siglos antes, 1576, esa agresividad, NATURAL de quien es usurpado, había llevado a Chimilas, Tupes, Cariachiles e Itotos, ofuscados por el maltrato violento de una dama española a una criada Originaria, a desatar venganza mediante tropelías. Tras arrasar a fuego y sangre las haciendas de una pradera, hicieron lo propio en derredor del Convento de Sto. Domingo (Foto 1: plaqueta en la torre antigua del Convento de Sto. Domingo), de Valledupar, sacrificando decenas de hispanos en sus alrededores
Apareció una mujer, apartando humo y llamas, que paralizó a la horda. Se detuvo el ataque feroz. El templo quedó a resguardo. Los usurpadores españoles reaccionaron, entrando en repulsión de la masa Originaria despavorida. Perseguidos y persecutores, atravesaron la Sabana de Sicarare. Al final de ella, los Indígenas vertieron el tóxico de una hierba enredadera autóctona a las aguas de la Laguna homónima, para dormir a los salvajes godos y luego ejecutarlos. La dama milagrosa se visibilizó nuevamente, con un báculo en su mano, tocando con cuyo extremo a cada moribundo, resuscitándolo. HABÍA NACIDO LA LEYENDA VALLENATA.
Dos centurias después, un llamado “Pacificador” (Foto 2: el autor en la galería, en una de cuyas casas vivió el “Pacificador”) accionó a sangre, sin contención de ninguna dama (Foto 3: plaqueta de la vivienda del sanguinario). El edificio original del Convento fue demolido, conservándose hasta la fecha su antigua torre: la construcción más vieja de Valledupar actual. La mujer legendaria fue sacralizada como Virgen del Rosario.
Comentó para todo el ABYA YALA, nuestro Continente
Pacho Nazar
Uribia, Departamento La Guajira, Colombia, 4 de marzo de 2023
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